Había una vez un árbol muy especial en el bosque. Se llamaba Édgar y tenía un don: podía hablar con los animales. Águilas, zorros, ciervos y ardillas acudían a él en busca de consejo. Un día, Édgar recibió una visita inusual. Era un búho sabio llamado Leónidas. El búho tenía un enigma: ¿Cuál es el secreto del amor verdadero?. Édgar reflexionó y respondió: El amor verdadero es como un río. Fluye sin esfuerzo, pero también puede ser poderoso y profundo. No necesita palabras, solo acciones. Leónidas quedó impresionado y agradeció al árbol. Desde entonces, el bosque se llenó de historias de amor, y Édgar siguió siendo el confidente de todos. Espero que este ejercicio te ayude a practicar la mecanografía y a prestar atención a los acentos en las palabras. Buena suerte